La mirada de un niño directa a la tierra, a la viña, al origen de todo. Un sueño que estaba por llegar y ahora ya es realidad. Descubre a Alfredo Maestro: Persona, Viticultor, Elaborador y Vlogger.
Los comienzos en el año 1998 fueron en un garaje familiar en Peñafiel (Valladolid), donde todo era manual, sin máquinas. Poco a poco los primeros vinos comenzaron a venderse y el garaje se quedó pequeño.
En 2010 una publicación de éxito nacional realiza la primera cata de los vinos de Alfredo, con excelentes puntuaciones, despertando el interés del público, la crítica especializada y algunos importadores.
Como las grandes cosas en la vida, llegó por casualidad. Ese mismo año, 2010, un importante importador de EEUU probó los vinos de Alfredo en un wine bar de Madrid y quiso trabajar inmediatamente con él.
La mirada de un niño directa a la tierra, a la viña, al origen de todo. Un sueño que estaba por llegar y ahora ya es realidad. Descubre a Alfredo Maestro: Persona, Viticultor, Elaborador y Vlogger.
Los comienzos en el año 1998 fueron en un garaje familiar en Peñafiel (Valladolid), donde todo era manual, sin máquinas. Poco a poco los primeros vinos comenzaron a venderse y el garaje se quedó pequeño.
En 2010 una publicación de éxito nacional realiza la primera cata de los vinos de Alfredo, con excelentes puntuaciones, despertando el interés del público, la crítica especializada y algunos importadores.
Como las grandes cosas en la vida, llegó por casualidad. Ese mismo año, 2010, un importante importador de EEUU probó los vinos de Alfredo en un wine bar de Madrid y quiso trabajar inmediatamente con él.
Lo que más le gusta a Alfredo Maestro del sector del vino es que nunca se termina de aprender. En sus contínuos viajes por otros países no deja de probar cosas nuevas y descubrir verdaderas maravillas en zonas que jamás pensaba que podrían hacer vinos.
El objetivo más importante para Alfredo Maestro es afianzarse en las zonas en las que trabaja las viñas: interpretarlas en profundidad y obtener lo mejor de esos viñedos recuperados. Por otra parte, mejorar paulatinamente las instalaciones en la bodega para trabajar mas cómodamente. Finalmente, seguir formándose con las últimas novedades y tendencias del mercado.
Lo que más le gusta a Alfredo Maestro del sector del vino es que nunca se termina de aprender. En sus contínuos viajes por otros países no deja de probar cosas nuevas y descubrir verdaderas maravillas en zonas que jamás pensaba que podrían hacer vinos.
El objetivo más importante para Alfredo Maestro es afianzarse en las zonas en las que trabaja las viñas: interpretarlas en profundidad y obtener lo mejor de esos viñedos recuperados. Por otra parte, mejorar paulatinamente las instalaciones en la bodega para trabajar mas cómodamente. Finalmente, seguir formándose con las últimas novedades y tendencias del mercado.
Cuando comenzó, Alfredo Maestro no tenía ningún plan establecido.
No decidió ir por ningún camino, solo empezó a andar y lo hizo de la forma más sencilla para él: no intervenir en la elaboración del vino a pesar de que, en su formación autodidacta, lo que marcaban los cánones era poner al vino “de todo”.
Esta filosofía la trasladó rápidamente a la viña:
¿Cómo iba a intoxicar el suelo de donde se alimentaban las plantas que producen las uvas y luego beberse ese vino con su familia?
Para Alfredo era algo totalmente ilógico.
Cuenta con el apoyo incondicional de su familia, aunque al principio fue más duro y costaba más…
Sus hijos ponían pegas a sus ausencias en casa cuando tocaba estar en su pequeño garaje construyendo su sueño.
Con el tiempo todo fue tomando forma y ahora mismo el apoyo es total.
Sobre el relevo generacional… ¡Dios dirá!
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